El mito de estar en la zona de escritura

En algún momento, todos los autores encuentran ese delicioso ritmo de estar en la zona de escritura.
La escritura es una tierra encantada donde no te puedes equivocar. Tus palabras fluyen desde la punta de los dedos hasta el teclado a la velocidad del rayo, cada una cantando con la expresión perfecta de tu intención, cada una hermosa, poderosa y viva.
Escribes durante horas y el nivel de energía es tan alto que prácticamente se te sale de la cabeza. Cuando finalmente estás libre de tu historia, estás tan emocionado que alternativamente quieres correr alrededor de la cuadra y resistir el impulso de empujar tus palabras recién acuñadas debajo de las narices de cualquiera que pueda leerlas.
Sin duda, The Writing Zone es un gran lugar.
Lástima que no puedas estar allí todo el tiempo.
El área de escritura necesita ser encontrada
La triste realidad es que el área de escritura no es la más fácil de encontrar.
Sería bueno si hubiera un mapa, una lista de ciertos pasos que podrían llevarte allí cada vez que te sientes a escribir. Pero la mayoría de nosotros tenemos la suerte de terminar allí por accidente solo una vez cada dos meses.
En cambio, pasará la mayor parte de su tiempo languideciendo, disciplinado para leer una página o dos, gimiendo al final del día sabiendo que probablemente tendrá que volver a escribirlo mañana.
Joni B. Cole lo describe:
… el proceso creativo consta de dos elementos. Está la parte divertida cuando estamos fascinados por nuestro propio genio y fertilidad. ¿Ya nos estamos divirtiendo? en parte cuando no nos sentimos creativos, pero aun así necesitamos cumplir con nuestro compromiso de 300 palabras al día.
Deja ir la idea de que necesitas un lugar para escribir
Sin duda, después de un día en la zona de escritura, siempre saldrás de tu escritorio sintiéndote cien veces mejor con tu escritura que días fuera de la zona. Pero, ¿eso significa que tu escritura fuera de la zona no tiene valor en comparación?
Muy, muy feliz, no, no.
Here Comes the Dawn fue una de esas historias únicas que simplemente fluyen. Todavía lo miro con asombro mientras leo algunos pasajes y pienso: no podría escribir eso, ¿verdad? Mientras escribía esta historia, pasé algunos de mis mejores momentos en el área de escritura. Pero déjame contarte un secreto: esos momentos fueron pocos y distantes entre sí.
Escribir en la zona, esos puntos altos de inspiración y motivación, es una de las mayores recompensas de una vida creativa. Pero, sorprendentemente, su presencia no es un factor importante en el valor de su escritura.
Escribir no siempre se trata de canalizar la creatividad y la inspiración; la mayoría de las veces se trata de abordar nuestro oficio como trabajadores disciplinados que tienen que hacer el trabajo, nos guste o no. Dado que no siempre podemos seguir el flujo creativo de nuestro cerebro derecho, debemos darnos cuenta de que nuestro cerebro izquierdo lógico y trabajador es igual de importante, si no más importante.
El hecho de que no estés en la zona de escritura hoy, solo porque estés luchando, solo porque sientas que cada palabra que escribes es inútil, no significa que tenga que serlo. La Zona es demasiado esquiva para confiar en el valor creativo. Aprende a aceptar la realidad de los momentos fuera de lugar y date cuenta de que pueden ser tan efectivos como las oleadas de inspiración.